El Lointek Gernika Bizkaia se quedó nuevamente a las puertas de la final de la Copa de la Reina, esta vez acusando las consecuencias de la Covid-19, especialmente en la segunda mitad en la que se quedó sin gasolina, pero sin perderle nunca la cara al partido y obligando al Valencia Basket a no relajarse en el tramo final.
A un paso de su primera final copera estaban el Valencia Basket y el Lointek Gernika Bizkaia. Y no comenzó especialmente bien el duelo para las gernikarras. Aunque de salida hubo alternancia de canastas y buenas combinaciones gernikarras para Nogaye Lo, lo cierto es que hubo problemas para anotar con asiduidad por parte de las de la villa foral. Las taronjas sumaron con Gil y Casas y mandaron en el luminoso, 14-6. Se mejoró en los minutos siguientes en el trabajo defensivo pero el Lointek estaba negado de cara al aro y eso pesó en el luminoso al término del primer capítulo, 19-10.
Todo cambió en el segundo cuarto cuando llegaron los triples del Lointek. Roundtree primero y Bjorklund después dibujaron un nuevo escenario. También a las taronjas le surgieron las dudas y seleccionaron peor sus tiros. Eso sí, faltó continuidad en el acierto gernikarra y el Valencia Basket, sin estar especialmente cómodo, se mantuvo por delante en el luminoso al término de los primeros 20 minutos, 31-24.
En la reanudación, el Lointek Gernika Bizkaia alternó luces y sombras. Mejoró en ataque el equipo bizkaino pero costaba mucho sumar. Atrás, cada desajuste defensivo en la zona 3-2 planteada por Mario López era castigado por las taronjas que acertaron con dos triples que abrían la brecha al 41-30. Y poco a poco se fueron descolgando las gernikarras que iban acusando el castigo del Covid-19 de las últimas semanas. El 53-37 con el que se cerró el tercer período y las sensaciones que ofrecían unas y otras no hacían pensar en un desenlace feliz para el Lointek.
Sin embargo, el Lointek no se dejó llevar y murió con las botas puestas. Rearmándose atrás, dejando 4 minutos y medio sin anotar a las taronjas y jugando muy bien en ataque. Pero ahora lo que faltaron fueron las fuerzas para culminar en canasta las buenas acciones ofensivas (55-41). Estragos de la Covid-19. Lástima porque la lucha de las granates, tras triple de Ariztimuño rebajó la renta al 55-46 a poco más de 2 minutos del final. Pero no había gasolina para más.